Esta tarde se inauguraba en el museo de “El Quijote” la primera exposición individual del artista Fernando “Kiriko” en catorce años, bajo el título “Variante K21XXI…y otras libertades”, dentro del ciclo de exposiciones de artistas locales, que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Ciudad Real, y que ha contado previamente con trabajos de Elena Poblete, Ángel Barroso o Eduardo Barco.
A la inauguración han asistido la alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, el concejal de Cultura, Nacho Sánchez, el director de los museos municipales, Francisco Javier López, una amplia representación de la Corporación Municipal y un nutrido grupo de amigos y familiares del artista.
Se trata de un viaje por el color y la simbología, así como trabajos de papiroflexia, logotipos y arquitectura. Es un recorrido por toda su obra, aunque fundamentalmente tiene creaciones de los últimos tres años, como reconocía el artista. “Kiriko” explicaba que el color conductor de la exposición es el amarillo como homenaje a Jorge Luis Borges, ya que fue “el único color que no se le negó cuando se quedó ciego”.
La alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, ha destacado la apuesta directa del equipo de gobierno por dar visibilidad a “los artistas locales y al arte” y el gran trabajo que se hace, desde la concejalía de Cultura, para albergar en todos los museos municipales “el talento” que refleja, como en este caso, la perspectiva personal de un gran artista muy presente en la ciudad.
Una exposición, explicaba el concejal de Cultura, que podrá verse en el museo de “El Quijote” desde hoy hasta el 16 de enero de 2022, donde el color es el gran protagonista porque su uso “también sirve para contar historias”. Animaba Sánchez a todos los ciudadanos a disfrutar de esta exposición, que nos adentra aún más en el mundo personal y creativo de “Kiriko”.
Fernando “Kiriko” ha querido destacar la relevancia que tiene el hecho que, desde el Ayuntamiento de Ciudad Real, se apueste por elegir para las exposiciones a artistas locales y que sirve para mostrar su “visión local con intención de ser internacional”, en una muestra que podría ser considerada como “esquemática” y que tiene como eje central una historia, que es su propia vida “mi destino son mis obras”.
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