Después de un silencio que se extiende desde la procesión “del Calvario” en el Viernes Santo Hellines, hoy los tambores vuelven a sonar, y esta vez con más fuerza que ningún otro día de esta Semana Santa, se celebra la Resurrección de Cristo.
A partir de la medianoche y siendo ya Domingo de Resurrección, las calles y plazas de esta localidad de Albacete, serán invadidas por tamborileros, para convertir a Hellín en una fuente de acompasado ruido, que no cesará hasta las primeras horas de la tarde del Domingo, cuando la procesión a la que acompañan llegue a su fin.
En el Domingo de Resurrección transcurre uno de los instantes más simbólicos que nos encontraremos en esta Semana Santa, después de una de las noches más mágicas y ensordecedoras; llega el más riguroso de los silencios, que es mantenido durante “el encuentro” entre la Dolorosa y el Resucitado, un silencio muestra del respeto y la emoción que será interrumpido nuevamente por el ruido mas atronador de los tambores, celebrando la Resurrección de Cristo. Y es que las tamboradas y las procesiones en Hellín forman un todo indisoluble.
Este es uno de los momentos más importantes de las famosas tamboradas de este municipio, habiendo sido declaradas fiesta de Interés Turístico Nacional e Internacional y siendo candidatas a que la UNESCO las declare Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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